viernes, 18 de junio de 2010

Lengua funcionál


traigo un verso que calme la sed pintarrajeada en ciudades pobladas por lánguidos perros,
los senderos de mi lengua sacuden y rasgan las vestiduras del lenguaje, para manosear la belleza húmeda que hay entre tus palabras, silenciar los callejones a media noche en una tierna mordida a tus lagrimas para beber tu emoción y embriagarme en la soledad de tabernas patentadas por el código de tu piel.

Ray aúlla perseguido por las teclas de su piano, y el soplido de los bronces trompeteados impulsan el vuelo desde los parlantes.